Volví a casa y miren lo que encontré. Es solo una foto al paso, para mostrarles qué quedó de mi planta multicolor, y qué gris y marrón está todo ahora. Y la enredadera ya está casi está pelada. Solo quedan las manitos que le gustan a Betina Z. Aunque del otro lado de la pared, todavía hay un pequeño foco de resistencia, una hilera de pequeñas pero tenaces hojas verdes.
3 comentarios:
No importa: el hechizo de esta enredadera perdura aun en su desnudez, en su no color, en la huella de lo que fue... y en sus manitos, que persisten en su amor por esa pared! :)
Besos, Flavia
ps: quería contarte que- de puro caradura- hace poquito abrí un nuevo blog, solo de fotos:http://loquevebetina.blogspot.com.ar. Y te lo cuento porque tu blues marino y tu fotonovela de aprendizaje fueron grandes estímulos para animarme a hacerlo. (y para seguir aprendiendo). Gracias!
Gracias, Betina!
Me encantó tu blog. En cuanto me libere de un laburo que me tiene atada al escritorio, me voy a poner a mirarlas con detenimiento y a comentarlas.
Esas hojas rojas que sacaste me encantaron!
Felicitaciones por el blog y sus fotos!
Besos,
Flavia
Muchas gracias, Flavia, qué bueno que te gustó! Cuando tengas tiempo, me va a encantar leer tus comentarios.
Beso grande
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